Ciprés

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El ciprés, Cupressus sempervirens, es un árbol de hoja perenne perteneciente a la familia Cupressaceae.

Los orígenes del ciprés parecerían ser de Irán y la zona oriental del Mar Mediterráneo; habría sido importado al Mediterráneo occidental por los fenicios y los etruscos con fines ornamentales, ya que su forma piramidal es muy característica de algunas variedades.

Es una planta muy común en Italia, pero lo más probable es que no sea autóctona, a pesar de que hoy en día representa una de las especies más características de la península: en la Toscana, por ejemplo, se ha convertido en un elemento inconfundible del paisaje. En particular, es muy común en la variedad Pyramidalis (ciprés negro o ciprés italiano) con una copa fuertemente piramidal, con un hábito columnar en "llama", o en la variedad horizontalis, caracterizada por una copa ovalada más ancha con ramas alargadas. Ambas variedades se utilizan como cortavientos también por su resistencia a las fuertes rachas o como adorno paisajístico, de hecho se suele utilizar como planta funeraria para decorar cementerios.

El ciprés mediterráneo es un árbol de hoja perenne que alcanza los 25-30 metros, pero en los ejemplares más viejos puede llegar incluso a superar los 50 m.

Tiene una corteza de color marrón grisáceo con largas fisuras y su madera muy dura se utiliza para la construcción de muebles ya que su fuerte olor aromático la preserva de polillas, hongos y parásitos, mientras que en su día también se utilizó para la construcción naval, debido a su gran resistencia a la humedad.

Las hojas, características de todos los tipos de ciprés, son de color verde oscuro, muy pequeñas, de aproximadamente 1 mm de largo con una forma denominada escamosa. Las flores amarillas dispuestas en el ápice de las ramitas son indistintamente masculinas y femeninas en toda la planta. En cambio, los frutos son pequeñas esferas de color verde claro cuando jóvenes, llamadas gálbulos y después de una maduración de dos años, cambian de color y se vuelven marrones, se lignifican y se abren a lo largo de las fisuras de las escamas para dejar caer las semillas aladas (aquenios).

Al ciprés se le atribuyen diversas propiedades y no es raro encontrarlo en la composición de diversos tipos de preparados o complementos alimenticios, con indicaciones para el tratamiento de trastornos de la microcirculación y de las vías respiratorias. Se puede encontrar en algunos productos como coadyuvante en caso de hemorroides.

De esta planta se obtiene un aceite esencial (Cupressus Sempervirens Leaf Oil): una fragancia contenida en muchas fragancias utilizadas para hacer más agradables los productos cosméticos de todo tipo.

A nivel terapéutico, este aceite se utiliza externamente (en forma de fumigaciones) en caso de congestión nasal, pues tiene una función expectorante y balsámica a nivel de las vías respiratorias.