Arándano

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El Arándano (Vaccinium myrtillus) es una angiosperma perteneciente a la familia Ericaceae, del género Vaccinium. En Italia, los arándanos se distribuyen en los bosques o maleza de los Alpes y los Apeninos, donde se pueden encontrar hasta una altura de 1500-1800 metros.

Se conocen más de 130 especies, pero el arándano negro y el arándano rojo son las dos especies más estudiadas y utilizadas por sus marcadas propiedades terapéuticas y cosméticas.

Las bayas de los arándanos son ricas en taninos, que representan alrededor del 7% del peso seco, y en flavonoides. También contienen azúcares, ácidos cítrico, málico, succínico e hidrocinámico, así como innumerables vitaminas de los grupos A, C y B: sustancias extremadamente eficaces para el cuidado y la belleza de nuestra piel. 

La acción terapéutica más reconocida de los flavonoides se lleva a cabo sobre el tejido conectivo y los capilares. Éstos, de hecho, favorecen la funcionalidad de la microcirculación realizando una acción tónica a nivel venoso y ayudando a mantener la elasticidad de las paredes de los vasos sanguíneos y a proteger los capilares, actuando sobre el tejido conjuntivo que rodea a los propios capilares. A nivel capilar, los flavonoides gracias a su afinidad con las proteínas, al unirse a ellas aumentan el tono de los tejidos, evitando la pérdida de líquidos. Protegen la microcirculación del daño oxidativo gracias al contenido de antocianinas y flavonoides y, por lo tanto, pueden romper la cadena de reacción de los radicales libres.

El extracto de arándano es también la principal fuente natural de glucósidos de antocianina, pigmentos solubles en agua responsables de la mayoría de los colores de las plantas, con un fuerte poder antioxidante, de hecho, son moléculas importantes para frenar el fenómeno biológico del envejecimiento. Además, ejercen una acción calmante sobre las pieles delicadas con tendencia a las rojeces, mejorando su aspecto.

Por estos motivos, el arándano se puede utilizar tanto en cremas y lociones para la piel con acción antienvejecimiento, como en productos cosméticos para el cuerpo destinados a tratar imperfecciones de la piel como la celulitis.

El Arándano está incluido en algunos de nuestros productos en forma de Agua Constitucional de Arándano, este ingrediente tiene marcadas propiedades refrescantes, astringentes y tonificantes.

Cadena ética

Nuestras aguas constitucionales activas provienen del alto Val Varaita, en la provincia de Cuneo, un lugar incontaminado, una joya de la arquitectura alpina, donde el hombre y la naturaleza encuentran el justo equilibrio en el respeto mutuo. La cooperativa agrícola que los produce fue fundada en 1985 y es una espléndida combinación de la antigua tradición herbolaria y la más avanzada investigación en nuevas tecnologías de producción. Dedicada al cultivo, secado y transformación de plantas oficinales de agricultura ecológica, opera según una lógica de cadena de suministro que, única en el sector, va desde el cultivo hasta el producto terminado envasado.

Las hierbas y plantas oficinales, orgánicas, libres de transgénicos y recién cosechadas, se secan con un innovador sistema de "célula abierta" que las priva de agua pero mantiene intacta la membrana celular y con ella los principios activos, el aroma y el perfume: una revolución en comparación con el sistema tradicional! La tecnología de secado de células abiertas permite, de hecho, recuperar el agua contenida en el tejido constitutivo de la planta seca. Por esta razón el producto final se denomina Agua Constitucional o Celular. Las aguas constitucionales tienen una marcada característica energética que deriva de la planta que las generó. La celda que contiene el líquido es de hecho el laboratorio vital de la planta y contiene toda la información "activa" y "constitucional".

Los resultados de las pruebas realizadas confirmaron las características únicas de este producto que no deben confundirse ni compararse con las simples aguas aromáticas obtenidas por "lavado" de los sistemas de destilación. Un elemento fundamental para el aprovechamiento de estas aguas tisulares es su estabilización y conservación. Se utiliza un sistema de estabilización basado en membranas filtrantes que es capaz de controlar cualquier forma esporífera presente en el líquido, con el fin de mantener intactas las características organolépticas del producto sin añadir conservantes.