Ácido azelaico

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El Ácido Azelaico es una sustancia natural producida por una levadura (Malassezia furfur) normalmente presente en la flora de la piel; también se encuentra de forma natural en el trigo, el centeno y la cebada.

El interés de esta sustancia se deriva de algunas características que son particularmente útiles y eficaces en dermatología, de hecho, es un ingrediente precioso para los tratamientos contra el acné.

Posee reconocidas propiedades antibacterianas, antiinflamatorias y antirradicales. La actividad antiacné del ácido azelaico deriva en efecto de su acción bactericida y bacteriostática contra los microorganismos que se asientan en las capas superficiales de la epidermis, provocando lesiones cutáneas características del acné. Su eficacia está demostrada frente a bacterias como Propionibacterium acnes o Staphylococcus epidermidis, que suelen encontrarse en los folículos provocando granos y puntos negros.

Gracias a sus fuertes propiedades antiinflamatorias, el ácido azelaico también ha demostrado ser muy útil en el tratamiento de la rosácea. El ácido azelaico es conocido por su acción despigmentante, por lo que es un buen apoyo para combatir eficazmente las manchas de la piel.

Dada su acción contrarrestante de los radicales libres (propiedades antioxidantes) se cree que el ácido azelaico puede ser un buen remedio antienvejecimiento.

A nivel cosmético, cuando se utiliza como tratamiento antiedad, el ácido azelaico forma parte de formulaciones cremosas u oleosas, pero en estos cosméticos su concentración debe ser necesariamente inferior a la utilizada para combatir trastornos dermatológicos, con el fin de evitar reacciones adversas desagradables.